En Costa Rica, cada día se generan aproximadamente 4000 toneladas de residuos sólidos, equivalente al peso de 300 buses. Este volumen ha aumentado significativamente con el tiempo, pasando de 1400 toneladas en 1991 a 4000 en 2014, según el Estado de la Nación 2019. De estos residuos, solo el 6,2% se recupera mediante reciclaje, compostaje o coprocesamiento, mientras que el 83,9% termina en rellenos sanitarios sin un manejo adecuado.
El mal manejo de estos residuos no solo genera problemas de contaminación,
sino que también contribuye al cambio climático.
Los residuos sólidos representan la tercera fuente de emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el país,
generando más de 2 millones de toneladas de CO₂ equivalente al año. Este impacto ambiental requeriría 61 millones de árboles para ser mitigado.
Más del 90% de las emisiones de GEI en vertederos provienen de la descomposición anaeróbica de residuos orgánicos,
lo que produce metano, un gas 21 veces más potente que el CO₂ en términos de calentamiento global.
Ante esta problemática, Costa Rica ha adoptado diversas leyes y estrategias para mejorar la gestión de los residuos sólidos.
La Ley 8839 establece principios y directrices para una gestión integral,
promoviendo el uso eficiente de los recursos.
El Plan Nacional de Compostaje (2020-2050) busca eliminar la materia orgánica de los rellenos sanitarios
y fomentar esta práctica, con la meta de una Costa Rica libre de desechos orgánicos en rellenos para 2050.
Asimismo, el Plan de Descarbonización incluye la gestión de residuos como un eje clave para reducir las emisiones de GEI,
mientras que la Estrategia Nacional de Separación, Recuperación y Valorización de Residuos (ENSRVR) promueve la separación en la fuente y la recuperación de materiales valorizables.
Además de las estrategias regulatorias, las buenas prácticas juegan un papel crucial. Clasificar los residuos en orgánicos, reciclables, peligrosos y no valorizables desde la fuente facilita su recuperación.
El compostaje de residuos orgánicos, como restos de comida y vegetales,
es una alternativa efectiva que reduce el volumen de desechos enviados a los rellenos y
genera abono natural para el suelo. Por otra parte, acciones como realizar compras inteligentes para evitar empaques innecesarios,
usar envases retornables y minimizar el desperdicio alimentario contribuyen significativamente a reducir la generación de residuos.
La valorización de residuos es otro elemento clave, permitiendo que estos sean aprovechados como recursos en nuevos procesos. El reciclaje transforma los desechos en materias primas reutilizables, ahorrando energía y reduciendo el impacto ambiental.
Finalmente, la educación y sensibilización son fundamentales para el éxito de estas estrategias. Informar a la población sobre la importancia de separar y reciclar los residuos puede fomentar una cultura de responsabilidad ambiental que contribuya a mitigar el cambio climático y proteger los ecosistemas.
En un contexto donde la sostenibilidad es cada vez más relevante, la gestión de residuos sólidos representa una oportunidad para construir un futuro más limpio y saludable.
Fernandez, G.(30 de septiembre de 2020). El problema de la gestión de los residuos sólidos en Costa Rica.
https://www.360-sv.com/blog/residuos
Ministerio de Salud.(2016). Estrategia Nacional de Separación, Recuperación y Valorización de Residuos.
http://www.digeca.go.cr/sites/default/files/documentos/dm_estrategia_nacional_reciclaje_2016_2021.pdf
Vargas-Pineda, O., Trujillo-Gonzalez, J. M., & Torres-Mora, M. A.(2019). El compostaje, una alternativa para el aprovechamiento de residuos orgánicos en las centrales de abastecimiento.
https://www.researchgate.net/publication/338804716_El_compostaje_una_alternativa_para_el_aprovechamiento_de_residuos_organicos_en_las_centrales_de_abastecimiento
En Costa Rica, cada día se generan aproximadamente 4000 toneladas de residuos sólidos, equivalente al peso de 300 buses. Este volumen ha aumentado significativamente con el tiempo, pasando de 1400 toneladas en 1991 a 4000 en 2014, según el Estado de la Nación 2019. De estos residuos, solo el 6,2% se recupera mediante reciclaje, compostaje o coprocesamiento, mientras que el 83,9% termina en rellenos sanitarios sin un manejo adecuado.
El mal manejo de estos residuos no solo genera problemas de contaminación, sino que también contribuye al cambio climático. Los residuos sólidos representan la tercera fuente de emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el país, generando más de 2 millones de toneladas de CO₂ equivalente al año. Este impacto ambiental requeriría 61 millones de árboles para ser mitigado. Más del 90% de las emisiones de GEI en vertederos provienen de la descomposición anaeróbica de residuos orgánicos, lo que produce metano, un gas 21 veces más potente que el CO₂ en términos de calentamiento global.
Ante esta problemática, Costa Rica ha adoptado diversas leyes y estrategias para mejorar la gestión de los residuos sólidos. La Ley 8839 establece principios y directrices para una gestión integral, promoviendo el uso eficiente de los recursos. El Plan Nacional de Compostaje (2020-2050) busca eliminar la materia orgánica de los rellenos sanitarios y fomentar esta práctica, con la meta de una Costa Rica libre de desechos orgánicos en rellenos para 2050. Asimismo, el Plan de Descarbonización incluye la gestión de residuos como un eje clave para reducir las emisiones de GEI, mientras que la Estrategia Nacional de Separación, Recuperación y Valorización de Residuos (ENSRVR) promueve la separación en la fuente y la recuperación de materiales valorizables.
Además de las estrategias regulatorias,
las buenas prácticas juegan un papel crucial. Clasificar los residuos en orgánicos, reciclables,
peligrosos y no valorizables desde la fuente facilita su recuperación. El compostaje de residuos orgánicos, como restos de comida y vegetales, es una alternativa efectiva que reduce el volumen de desechos enviados a los rellenos y genera abono natural para el suelo. Por otra parte, acciones como realizar compras inteligentes para evitar empaques innecesarios,
usar envases retornables y minimizar el desperdicio alimentario contribuyen significativamente a reducir la generación de residuos.
La valorización de residuos es otro elemento clave, permitiendo que estos sean aprovechados como recursos en nuevos procesos. El reciclaje transforma los desechos en materias primas reutilizables, ahorrando energía y reduciendo el impacto ambiental.
Finalmente, la educación y sensibilización son fundamentales para el éxito de estas estrategias. Informar a la población sobre la importancia de separar y reciclar los residuos puede fomentar una cultura de responsabilidad ambiental que contribuya a mitigar el cambio climático y proteger los ecosistemas. En un contexto donde la sostenibilidad es cada vez más relevante, la gestión de residuos sólidos representa una oportunidad para construir un futuro más limpio y saludable.
Fernandez, G.(30 de septiembre de 2020). El problema de la gestión de los residuos sólidos en Costa Rica. https://www.360-sv.com/blog/residuos
Ministerio de Salud.(2016). Estrategia Nacional de Separación, Recuperación y Valorización de Residuos. http://www.digeca.go.cr/sites/default/files/documentos/dm_estrategia_nacional_reciclaje_2016_2021.pdf
Vargas-Pineda, O., Trujillo-Gonzalez, J. M., & Torres-Mora, M. A.(2019). El compostaje, una alternativa para el aprovechamiento de residuos orgánicos en las centrales de abastecimiento. https://www.researchgate.net/publication/338804716_El_compostaje_una_alternativa_para_el_aprovechamiento_de_residuos_organicos_en_las_centrales_de_abastecimiento